Cómo depurar el cuerpo tras el verano

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Tras la vuelta de las vacaciones, es normal encontrarse hinchado y con poca energía por culpa del desorden alimentario que se lleva durante el verano. Esto hace que el cuerpo se resienta, lo normal es haber ganado unos kilos, haber retenido líquidos en las piernas y/o en los tobillos, sentirnos más cansados… y todo esto se debe a que el cuerpo ha acumulado más toxinas y líquidos.

Una acumulación excesiva de toxinas y de líquidos en el cuerpo suele ser el origen de anomalías desagradables en nuestro cuerpo como son: la acumulación de gases, el mal aliento, la boca pastosa, la pesadez de estómago, los ardores, el acné, algunos tipos de erupciones cutáneas y de picores en la piel o algunos tipos de alergias. Y si esas anomalías se mantienen durante un tiempo, pueden ser el origen de enfermedades como la hipertensión, la diabetes, la arteriosclerosis, algunas enfermedades reumáticas, trastornos circulatorios o algunos problemas biliares y renales.

Por todo esto es importante que después del verano hagamos una depuración de nuestro cuerpo, nos ayudará a sentirnos mejor, más sanos y con más energía.

Aquí os proponemos unos sencillos consejos para depurar el cuerpo que podéis seguir por vuestra cuenta en casa:

– Bebe entre litro y medio y dos litros de agua al día. El agua nos ayuda a estar hidratados y a eliminar las toxinas del cuerpo.

Haz cinco comidas al día, es importante no saltarse ninguna comida para controlar la ansiedad por comer, e intenta hacer cenas ligeras y desayunos completos.

Empieza a hacer algo de ejercicio, al menos intenta caminar a horas en las que hace menos calor y ve incluyendo poco a poco cambios en la duración o en la intensidad hasta recuperar el ritmo previo al verano.

 Elige bien, tanto los alimentos que vas a consumir (carnes magras, lácteos desnatados, pescados blancos, bebidas sin azúcar y sin gas, cereales integrales,…) como las formas de elaboración de los mismos (a la plancha, cocidos, al vapor, asados, en papillote,…). Y no te olvides de controlar la cantidad de pan y de aceite que consumes a lo largo del día.

 Vuelve a consumir frutas y verduras, porque además de tener pocas calorías nos aportan vitaminas, minerales y fibra.

¡Toca dejar de lado los helados y poner nuestro cuerpo a punto!

Artículo redactado por: Magda Abad Torregrosa. Licenciada en Biología y en Ciencia y Tecnología de los Alimentos.

Recuerda que Magda te atenderá en nuestro centro mediante cita previa: contacta aquí.

Magda - Nutricionista

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